top of page
Buscar
  • Foto del escritorA Punto Cycles

Mochilas de hidratación: trucos y consejos para su limpieza y mantenimiento

La mochila de hidratación es uno de los complementos imprescindibles para un gran número de bikers por su polivalencia y capacidad de carga. Pero, de vez en cuando, hay que lavarla. Te contamos algunos consejos para limpiarla correctamente.

Fuente: MTBPro magazine

Texto: Iván Tomas Bayón Fotos: Archivo Publicado: 28/01/2020


Las mochilas de hidratación son uno de los equipamientos estrella para muchos bikers por su utilidad y capacidad de carga. En ellas, además de agua, podemos llevar algunas herramientas, comida, repuestos, el teléfono móvil, las llaves… En definitiva, es un accesorio sin el que muchos mountain bikers ya no podrían vivir.


¿Cómo son las mochilas de hidratación?

Por lo general, las mochilas de hidratación tienen un bolsillo grande donde va colocada la bolsa de agua (o vejiga) de una capacidad determinada y con distintos sistemas de enganche dependiendo del modelo y la marca. De esta bolsa de agua sale un tubo que llega a la parte delantera de la mochila y que nos facilita el proceso de beber agua. Este tubo finaliza en una boquilla, en la que suele haber posición de cerrado y abierto para no desperdiciar agua y la cual hay que morder un poco para poder sorber y que el agua fluya por el canal que crea el tubo.

Tanto la bolsa de agua como el tubo y la boquilla son de algún tipo de plástico (las boquillas, por ejemplo, suelen ser de silicona), por lo que, si queremos evitar la aparición de bacterias que provocan malos olores y sabores, es recomendable vaciar todo el circuito cuando hayamos concluido la ruta, especialmente si no la vamos a volver a coger en unos días.


Limpieza y mantenimiento de las mochilas de hidratación

Como decíamos, no es recomendable dejar el agua en la mochila después de haber hecho una ruta, por lo que es conveniente vaciar la bolsa y el tubo cuando hayamos terminado de montar. Pero si queremos evitar que, a la larga, la bolsa coja olores o que el agua nos sepa raro después de haberla usado unas pocas veces, es conveniente limpiar de vez en cuando la bolsa y el tubo, haciendo que fluya agua y más tarde dejarlo secar evitando que queden rastros de agua por el sistema.


Cuando quieras secar la bolsa, no la dejes al sol durante mucho tiempo, ya que el plástico se dañará y quedará inservible, además de que se provoca el efecto contrario, siendo un caldo de cultivo para gérmenes y bacterias si no desaparece la humedad por completo. Lavarla también evitará que el agua coja el sabor del plástico que, además, acabamos ingiriendo pequeñas trazas y es malo para el cuerpo.


Para la limpieza de estas partes es recomendable que no se utilice jabón, excepto en casos muy extremos, ya que corres el riesgo de que se quede el aroma y sabor de este en las paredes de la bolsa. Tampoco es conveniente meter la bolsa de plástico y el tubo en la lavadora, ya que seguramente la estropeemos y coja sabor a jabón de ropa. Para una limpieza más profunda hay otras formas y trucos que nos pueden servir.


Kits de limpieza de las mochilas de hidratación

En el mercado existen kits de limpieza para las mochilas de hidratación que consisten en uno o varios cepillos capaces de introducirse por el tubo para limpiar hasta el último rincón. Estos kits también incluyen perchas o soportes que nos permiten mantener la bolsa abierta mientras se seca para evitar que la humedad que quede en ella.


Muchos de estos kits cuentan con unas pastillas especiales que no dejan sabor y desinfectan el plástico de la bolsa de agua, tubo y boquilla. Un producto similar, y por lo general perfectamente válido, son las pastillas y productos para desinfectar y limpiar productos de bebés como los biberones o chupetes. Para usarlos se puede seguir las mismas pautas que si nuestra mochila de hidratación fuese un elemento de bebé.


Trucos “caseros” para limpiar nuestra mochila de hidratación

Si no disponemos de este tipo de productos, un truco casero es es lavar la bolsa de plástico con vinagre, zumo de limón o agua con unas gotas de lejía, así matarás a las bacterias que se hayan acumulado en el interior del recipiente. En este caso debemos ser cautos con las cantidades y enjuagar bien para que no se nos quede el sabor, además de secar y airear bien la bolsa, tubo y boquilla.


Una forma efectiva de librarse del mantenimiento y de los hongos es congelar la bolsa cuando llegues a casa después de haber terminado la ruta. Para ello hay que vaciar bien lo que te quede de agua y meterla en el congelador hasta el siguiente día que la vayas a usar. Eso sí, ese día acuérdate de sacarla un poco antes de salir de casa para que se descongele y de ablande. Cuando está congelada puede llegar a romperse la bolsa si pretendes romper el hielo que ha quedado dentro.


Si introduces bebidas distintas a agua en la bolsa de la mochila, como bebida isotónica o sales, es aún más importante que laves la mochila con frecuencia. Ya que ese tipo de bebidas suele dejar restos en las paredes de la bolsa y del tubo, y que si no se actúa a tiempo podrán quedar permanentemente en ella.


En el caso que te preocupe la parte exterior de la mochila, ya que se te ha manchado de barro o polvo, lo mejor es sacar tanto la bolsa como el tubo de plástico, además de todo lo que haya en el interior del resto de bolsillos. Más tarde, lavarla, ya sea a mano o en la lavadora, en este caso no importa si se lava con jabón. Generalmente podrás lavarla por la parte de fuera y por dentro de los bolsillos sin ningún problema a no ser que el fabricante no lo recomiende.

Estos son algunos de los consejos que te podemos dar para limpiar tu mochila de hidratación, así que, si quieres que ésta te dure durante un buen tiempo, pon a prueba alguno de estos trucos cada vez que termines de usarla.

33 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page