Medir el desgaste de la cadena y los dientes de platos y piñones es fundamental para que la transmisión mantenga su funcionamiento suave y preciso. Y si sigues estos consejos lograrás que dure más y, a la larga, ahorres dinero en su mantenimiento.
La transmisión de una MTB no es algo inmortal, no vale que una vez comprada la bicicleta nos olvidemos de ella para siempre. De hecho, cada vez más se está instaurando un kilometraje, del mismo modo que ocurre en los coches o motos, para hacer labores de mantenimiento, y sobre todo de sustitución, de las partes de la transmisión.
Por ejemplo, se debe medir regularmente el desgaste de la cadena y cambiarla en cuanto llega el momento. Con ello nos garantizamos dos cosas, la primera es que la transmisión funcionará siempre suave, con los cambios precisos y sin saltos incómodos. Y lo más importante, también prolongaremos la vida útil de los platos y los piñones.
Si hacemos mucho uso de la bicicleta con la cadena destensada o desgastada, ésta no enlazará con la misma suavidad en los piñones, además de que oscilará mucho más cada vez que se mueva el desviador para cambiar de marcha, provocando que el cambio no sea preciso. Es el mismo efecto que si no llevamos bien ajustados los cambios o la tensión del cable de los desviadores.
Al “bailar” mucho más para engranar cada corona, los piñones sufren un desgaste más prematuro, provocando que poco a poco cojan esa forma de aleta de tiburón que nos indica que también tenemos que cambiar el cassette y los platos. Con los dientes desgastados, por mucho que cambiemos la cadena, no conseguiremos que la transmisión funcione bien, así que, si “estiramos” mucho la vida de una cadena, además de que se nos puede romper en el momento menos indicado, también provocará que cuando queramos sustituirla sea demasiado tarde, teniendo que cambiar también el cassette y/o los platos si queremos recuperar el funcionamiento impecable.
Cómo comprobar el desgaste de la cadena y cuándo cambiarla
Existen dos formas, compatibles entre sí, de comprobar el estado de la cadena para saber cuándo proceder a su cambio. El primero es utilizando el medidor de cadena, una de las herramientas imprescindibles que debemos tener en casa. El segundo es procediendo como los coches y haciendo el cambio de cadena en función del kilometraje. Este sistema es mejor aplicarlo a las bicicletas de carretera, ya que las Mountain Bike están más sujetas a elementos externos que afectan mucho más a su vida útil (barro, lluvia, polvo, etc.) y es muy difícil dar unas cifras exactas.
Pero a partir de los 1.000 km de vida de la cadena es recomendable comprobar muy frecuentemente con el medidor su estado. Y sustituirla a los 1.500-2.000 km. También conviene comprobar el estado de los platos y el cassette asegurándonos que los dientes no estén desgastados, pero un buen truco para no pasarnos y llevar un mantenimiento “de libro” es cambiar el cassette y el plato que más uses (ojo a los monoplatos) cada dos cambios de cadena.
Si somos muy meticulosos y metódicos en el cuidado de la transmisión, y también dependiendo del terreno en el que nos movamos y el uso que le demos a nuestra bicicleta, podemos estirar el cassette y los platos a cada 3 o 4 cambios de cadena. Si nuestro uso mayoritario es el de pistas de tierra en buen estado, seguramente podamos alargar su vida útil, si por el contrario hacemos un uso más agresivo de la bicicleta, exigiéndonos en las subidas y en rutas con mucho barro, la mejor opción es hacerlo cada 2 cambios de cadena. Lo importante es comprobar a menudo su estado y sustituirlos si vemos que los dientes se están afilando o notamos que la transmisión falla aun con una cadena nueva.
En este punto no hay que olvidarse de las roldanas del cambio, las grandes olvidadas de la transmisión y, sin embargo, una de las piezas más afectadas (ya que al estar más cerca del suelo es muy fácil que el barro se adhiera a ellas). Igual que comprobamos el estado de la cadena y los piñones, debemos asegurarnos de que no han perdido la forma de sus dientes. No obstante, lo recomendable sería proceder a su cambio al tiempo que se sustituye el cassette.
Limpieza y engrase, fundamental para prolongar la vida de la transmisión
La mejor forma de que nuestra transmisión cumpla perfectamente su ciclo de vida, incluso de que podamos estirarla algún kilómetro más (o al menos de que disfrutemos de ella sin saltos ni cambios de corona no deseados) es mantenerla siempre perfectamente limpia y engrasada. El óxido es uno de los peores enemigos de la transmisión y es el responsable de que cualquier parte metálica (lo que incluye cadena, piñones y platos) se desgaste antes.
Llevar un correcto mantenimiento y engrase de la transmisión, usando los lubricantes correspondientes, es fundamental para prolongar su vida.
Nuevamente debemos fijarnos en las roldanas del desviador trasero, ya que es un punto en el que la suciedad queda más fijada y que a veces no limpiamos como deberíamos, quedando restos de barro, polvo y suciedad.
Otros “trucos caseros” para que la transmisión dure más
Pero además de la limpieza y el engrase existen otras cosas que podemos hacer para que nuestra transmisión tenga una vida más larga y se mantenga en mejor estado. Lo primero es que nunca debemos llevarla cruzada. Es decir, debemos evitar los desarrollos que supongan una mayor tensión: plato grande con las 2-3 coronas superiores o el plato pequeño con los piñones pequeños. Uno de las ventajas de los sistemas monoplato es que se evitan estos cruces excesivos, aunque es mejor no abusar de la corona más grande siempre que sea posible.
También, a la hora de guardar la bicicleta después de una ruta, debemos hacerlo con la transmisión en una posición relajada. Es decir, en piñón pequeño y el plato más pequeño sin que se cruce en exceso. Esto tiene una doble ventaja, la primera es que los eslabones de la cadena estarán menos estirados y la segunda es que también lo estarán los muelles que trabajan dentro de los desviadores.
Cuando vayas a hacer las tareas de limpieza y mantenimiento, utiliza siempre productos específicos, desengrasantes biodegradables, los aceites adecuados, etc. ¿De verdad vamos a meter una cadena XTR en gasolina para limpiarla cuando hay productos limpiadores para cadena desde 5 euros? ¿O en aceite de oliva para lubricarla cuando un bote de lubricante, de marcas reconocidas y buen funcionamiento, puede costar entre 5 y 10 € y nos puede durar meses?
Si sigues todas estas pautas, te asegurarás que tu bicicleta funcione siempre a la perfección, con cambios suaves y precisos. Y a la larga ahorrarás dinero, ya que cambiar la cadena es siempre más barato que tener que cambiar toda la transmisión.
¡No dejes de pedalear!
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