Se aproxima el buen tiempo, las vacaciones de Semana Santa, los días son más largos y apetece aprovechar al máximo las horas de luz al aire libre. En definitiva, nos apetece salir con nuestra bici.
Fuente: A Punto Cycles
Pinchar o tener cualquier otra avería siempre es un engorro, pero cerca de casa podemos llamar a algún amigo o familiar, o regresar en metro, o en el peor de los casos con ella a cuestas.
Cuando hacemos una ruta fuera de nuestro entorno, fuera de la ciudad, si no queremos que pequeños imprevistos nos arruinen la salida debemos llevar unas cuantas cosas imprescindibles con las que poder solucionar más de un imprevisto y acabar el recorrido felizmente.
Siempre que cojamos nuestra bici es absolutamente imprescindible: el casco, las luces de la bici, unos guantes, protección solar y más opcional pero muy recomendable unas gafas de sol.
Qué llevar para rutas de un día.
Para esas mañanas de sábado o domingo en las que quedamos con nuestra grupeta y salimos bien desde casa, o yéndonos en coche, metro o tren hasta el punto de partida.
Recorridos por montaña, vías verdes, da igual, el caso es disfrutar y por eso como mínimo debes llevar:
Una cámara de repuesto.
Parches.
Desmontables.
Una multi-herramienta.
Bomba para inflar.
Troncha-cadenas y eslabón desmontable.
Bridas.
Toallitas, pañuelos de papel o similar.
Guantes de plástico.
Navaja.
Agua, en bidón o mochila de hidratación.
Comida energética, al gusto, geles, barritas, plátanos, frutos secos…
Documentación, móvil (cargado), Gps y algo de dinero.
¡Nos vamos de Cicloturismo!
Para salidas de más de dos días, lo primero es equipar nuestra bici con luces tanto delanteras como traseras y unas alforjas.
Cuando ya vamos a pasar como mínimo una noche fuera deberíamos llevar todo lo dicho para un solo día, aumentando cantidades (un par de cámaras, muchos parches, muchas bridas, más geles, un par de bidones…) y además:
Ropa:
Un chubasquero, nos protegerá de la lluvia y del frío y no ocupa ni pesa.
Un maillot de repuesto. Un culotte de repuesto si vamos a pasar más de cuatro días fuera.
Unas zapatillas o chanclas (según la estación del año) para cuando nos quitemos las de montar en bici.
Un forro polar o camiseta térmica para las noches y pantalón corto o largo según el tiempo.
Ropa interior y calcetines.
Otros:
Protector solar.
Kit primeros auxilios.
Un frontal.
Según el alojamiento: tienda, saco, toalla.
Neceser: jabón, cepillo y pasta de dientes, peine…
Abrelatas, navaja, cerillas.
Si vas a cocinar: hornillo y utensilios. Si vas a pasar por zonas rurales lo mejor es parar, comprar y comer los productos de la zona.
Alguna bolsa de plástico, para guardar la posible basura que generemos en nuestras paradas hasta encontrar un contenedor y tirarla.
Un candado, para las noches.
Aunque lleves Gps no está de más llevar el mapa de la zona, te salvará de más de un apuro.
Cargador de móvil. Acuérdate de recargar la batería por las noches y si duermes al raso cuando pares en algún bar por el camino.
Y lo más importante: tu bicicleta, siempre a punto, revisada y preparada para hacerte disfrutar de grandes momentos.
¡No dejes de pedalear!